Los motores de combustión funcionan de forma segura con aire, aceite y combustible. Para estas tres sustancias hay tres circuitos por separado, y todos ellos deben equiparse con un sistema de filtración.
Los filtros de aire depuran el aire de combustión necesario y minimizan así el riesgo de que se produzcan daños en componentes del motor. Como en todos los filtros, para evitar daños solo se pueden dejar pasar partículas de suciedad hasta un determinado tamaño del grano en un rango micrométrico (μm) que varía en función de cada motor. Para reducir la presión en el propio filtro de aire, las máquinas de WIRTGEN GROUP suelen llevar instalados separadores previos.
A la hora de elegir el separador previo correcto es decisivo el volumen de aire necesario del motor. En este sentido, se presentan principalmente dos sistemas distintos que, desde el punto de vista técnico, cumplen el mismo objetivo: separador previo con rotor y filtro ciclónico.
Un rotor es accionado a través del sistema de succión del motor de combustión. Debido a las altas revoluciones del rotor, las partículas de suciedad se ven sometidas a una alta fuerza centrífuga, por lo que incluso las partículas más pequeñas se expulsan hacia afuera a través de una abertura en la carcasa.